Escalando en La Pedriza

¿Qué tiene de especial la escalada en La Pedriza?
Aún recuerdo la primera vez que acabé en La Pedriza con la intención de practicar escalada deportiva. Por aquel entonces no conocía el nombre de ninguno de sus riscos. Tampoco había andado por sus laberínticos caminos escondidos entre las jaras, por tanto, no recuerdo cuál fue el nombre de aquella vía, ni el sector de aquel primer intento, lo que sí recuerdo es que aquello era lo menos parecido a escalar que yo había hecho nunca, lo cual tampoco es decir gran cosa porque nunca he sido un gran escalador, y en aquellos primeros años, pues menos.
Tras aquella experiencia, mi entusiasmo por volver a este lugar era poco menos que inexistente. Y así pasaron varios años y yo era uno de aquellos que temblaba ante la idea de ir a aquel lugar donde se escala por secciones de roca tremendamente abrasiva pero en los que no puedes por lo general agarrar ningún saliente con las manos.
Para explicar esto último, voy a citar un fragmento del excelente libro «La Pedriza. Geología y escalada» de Manuel García Rodríguez que dice:
«Adherencia
Aunque en la Pedriza existen fracturas, diedros, canalizos y techos, el tipo de escalada definitoria de esta escuela es la adherencia. La escalada de adherencia consiste en progresar por vías que recorren superficies prácticamente lisas, aprovechando pequeñas irregularidades de la roca que permiten ir subiendo, de forma inexplicable y casi mágica.»
Efectivamente, ahí justo está «el truco», la escalada en la Pedriza es, muchas veces, como hacer magia.
Un poco de contexto: ¿Qué es La Pedriza?
La Pedriza se encuentra en el noroeste de la comunidad de Madrid. La población más cercana es Manzanares el Real, y abarca un área de unos 35 kilómetros cuadrados. Aunque no está exenta de vegetación, las rocas son aquí las grandes protagonistas. Con múltiples formas, la Pedriza está llena de riscos con nombre propio como pueden ser: el yelmo, el elefante, la tortuga, el pájaro, cueva de la mora, peña sirio, pan de kilo y muchos otros.
Toda la extensión está incluida desde 2013 en los límites del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y es por tanto un espacio natural protegido y que entre todos debemos conservar.
¿Cómo es la escalada?
Volviendo entonces al motivo de este texto. ¿Qué pasa entonces con la escalada en la Pedriza?
En la Pedriza se dice que hay más de 2000 vías de escalada. Además de la cantidad, se escala en la Pedriza desde hace muchos años, el risco del pájaro recibió su primera ascensión el 20 de Abril de 1916. Para ello, necesitan hacer una torre humana para conseguir aupar al compañero desde la zona conocida como el cuello del pájaro hasta la cumbre.
La escalada en la Pedriza es diferente, o mejor dicho nunca de te deja indiferente. Como comentaba antes, el estilo que predomina es la adherencia, siendo uno de los mejores lugares del mundo para encontrar este tipo de escalada. El carácter de sus vías hace que subir por cualquiera de estos itinerarios nunca sea algo trivial. Independientemente de la dificultad, siempre tendremos que escalar concentrados y perfectamente equilibrados sobre nuestros pies.
En mi opinión, escalar en la Pedriza es adentrarte en los límites de tu propia mente, ya que esa es muchas veces la diferencia entre confiar en esa pequeña protuberancia donde se apoya la goma de tu pie de gato, y subir, o perder el equilibrio y caer. Es la sensación de pender de un hilo durante todo el trazado de la vía. Mantener la concentración sin despistarte, con el cuerpo cerca de la pared, el talón bajo y consciencia plena en «meter peso» a toda la goma que puedas para conseguir más adherencia. Si la escalada es siempre meditación en movimiento, en la Pedriza la experiencia llega a su máxima expresión y de nada sirve tener grandes brazos ni mucha fuerza, porque la diferencia entre poder subir o no, estará entre tus pies y tu cabeza.
Conclusiones
Mi motivación para escribir estas líneas era intentar transmitir cómo pasé del temor a escalar en la Pedriza a quedar completamente enamorado de esta actividad y de este lugar. Cómo a través de perseverar, de formarme en la escalada y entrenar todas mis habilidades (sobre todo las mentales), he descubierto sensaciones únicas. La Pedriza nunca defrauda, cada día que te acercas a sus rocas, escales mucho o escales poco te llevas un nuevo aprendizaje sobre ti mismo y esa buena energía te «recarga pilas» para volver al mundo.
Si he despertado un poquito tu interés al leer mi propia experiencia te animo a que si no conoces este lugar te lances a darle una oportunidad. En Tribu Libélula encontrarás los mejores guías de escalada para que, seguro, tú también disfrutes de «la magia» de escalar en la Pedriza.
Para disfrutar
Ya por último, no sería justo acabar sin comentar que no sólo encontraréis adherencia en la Pedriza. Es el paraíso de las fisuras, y puedes encontrar escalada excepcional sobre regletas e incluso desplomes con agarres generosos y no tanto.
Os dejo el enlace a un inspirador vídeo de Clownclimbing que narra a través de sus protagonistas, un cachito de la historia de escalada de este lugar tan especial: